La política en las oficina de Concha Espina ha cambiado, al menos la de fichajes. Pardeza sigue sin hablar, pero ahora resulta hasta una táctica interesante. Mourinho ha puesto las pilas a todos y va por dos nombres impresionantes. Una sorpresa y un crack.
José Mourinho les ha puesto las pilas a todos en las oficinas de Concha Espina; a todos menos a Miguel Pardeza, a quien no encontró porque, dicen, se encuentra camuflado y a la expectativa de conseguir los fichajes solicitados por The Special One.
Más allá de la broma merecida por el director deportivo merengue, las cosas han cambiado en el club de La Castellana. Mou impone silencio stampa pero quiere dar dos golpes de efecto porque siente que, con jugadores de clase media, no podrá aspirar al reino del Barcelona, más aún con el aire de confianza y respeto que despiertan sus ocho campeones del mundo, y pueden ser nueve con Cesc.
Pues bien, la primera sorpresa del técnico bicampeón de Europa con el Oporto y el Inter se llama Mario Balotelli. Hace un mes, su agente Mino Raiola dijo: "Puede que Mou pida 70 millones a Florentino para fichar a Mario". Crack, pero díscolo, el italiano es uno de los pocos jugadores a los que Mou no pudo reconducir y es una espina que estaría dispuesto a quitarse en el Real Madrid y en la preciosa capital de España.
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